Por fin, Kawasaki lo ha vuelto a hacer. Dejad que os cuente los
antecedentes. Tiempo atrás, cuando Ducati presentó en plena crisis
económica mundial – y aquí podéis poner cuantos adjetivos terribles a lo
Piqueras queráis – la Ducati 1199 Panigale S
subrayé el hecho de que sólo fuera la pequeña fabrica italiana la que
de verdad invirtiese en desarrollo, en contraposición a la estrategia
general japonesa. En general porque había una excepción. De ellos
únicamente un fabricante apostaba por la innovación: Kawasaki.
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